martes, 22 de enero de 2013

La lesión medular y la silla de ruedas. Su interacción con el entorno.

Confiar tu movilidad a una silla de ruedas hace que interactúes con tu entorno próximo de diferente manera que las personas que no van en ella. La mayoría de gente es consciente de la existencia de legislación relativa a accesibilidad para personas con movilidad reducida, y si tenemos suerte, algunos saben unas cuantas cosas a tener en cuenta para diseñar de una manera universal. Pero en la mayoría de normativas que recoge esta legislación, se habla de una accesibilidad universal, es decir, de una accesibilidad que se adapte tanto a personas con paraplejia como a tetraplejias, personas con dificultad de visión… Es importante saber que cada una de esas discapacidades necesitará de un entorno más específico para que la persona se pueda desenvolver con comodidad en su vida diaria. Y es por ello que necesitan de proyectos más particulares, que resuelvan detalles que la normativa genérica no refleja. En este artículo vamos a hablar de una discapacidad bastante común, la lesión medular, de las características a tener en cuenta para diseñar correctamente los espacios.

No es mi intención dar una lección de anatomía y sistema nervioso (para eso ya están los médicos expertos) pero si que me interesa dar una información básica sobre esta lesión. La lesión medular es el daño que se presenta en la médula espinal que, dependiendo de la gravedad de la lesión, lleva a la pérdida de algunas funciones, movimientos y/o sensibilidad. Normalmente estas pérdidas se presentan por debajo del nivel de la lesión. Por regla general, cuanto más alta se sitúe la lesión más probabilidad se tiene de perder más funciones. Os expongo mediante dibujos las diferentes lesiones dependiento de qué vértebra se daña: Primeras 7 vértebras (C1 a C7): vértebras CERVICALES. La primera vértebra de arriba es la C1, la siguiente es la C2, etc. Las lesiones medulares cervicales normalmente causan pérdida de funciones en los brazos y piernas, resultando una tetraplejia. Las lesiones por encima de C4 pueden hacer que la persona necesite de respiración asistida. Las daños a nivel de la vértebra C5, a menudo conservan el control de hombros y bíceps, pero no controlan la mano o el puño. Cuando son en C6, permiten el control del puño, mas no la funcionalidad de la mano. Las personas con lesión C7 pueden estirar los brazos, pero aún pueden presentar problemas de destreza en el uso de la mano y dedos. Las 12 siguientes vértebras: vértebras TORÁCICAS. Las lesiones en la región torácica generalmente afectan el pecho y las piernas, resultando una paraplejia. Cuando la lesión es entre T1 y T8, normalmente hay control de brazos y manos, pero un mal control del tronco, como resultado de la carencia o deficiencia de control de los músculos abdominales. Las lesiones torácicas más bajas (T9 a T12) permiten un buen control de tronco y de músculos abdominales y el balance sentado es muy bueno. Las cinco vértebras siguientes son las LUMBARES (L1 a L5). Las lesiones lumbares y sacras producen disminución del control de los flexores de cadera y piernas. Las cinco que les siguen hasta el final de la columna vertebral son las SACRAS, S1 a S5. Las lesiones lumbares y sacras, normalmente producen algunas pérdidas de funciones en las caderas y las piernas. Conocer el nivel de la lesión es extremadamente útil al diagnosticar qué partes del cuerpo fueron afectadas por la parálisis y qué pérdida de funciones se presentaron. Es importante saber que en las lesiones INCOMPLETAS existen muchas variaciones en el pronóstico. Los efectos de la lesión medular dependerán del tipo de lesión y del nivel de la misma. Para cada persona los síntomas pueden ser muy diferentes, por eso las podemos dividir en dos tipos:

COMPLETAS E INCOMPLETAS. La completa se presenta cuando no hay funciones debajo del nivel de la lesión y no hay sensibilidad ni movimientos voluntarios. Los dos lados del cuerpo están afectados de igual forma. En la incompleta prevalecen algunas funciones debajo del nivel primario de la lesión. Una persona con una lesión incompleta puede ser capaz de mover más un miembro que el otro; puede sentir partes del cuerpo que no puede mover, o puede tener más funciones en un lado del cuerpo que en el otro.

 ¿CÓMO INTERACTÚA CON SU ENTORNO UNA PERSONA CON LESIÓN MEDULAR? Hay muchos estudios y normativa relativa al uso de la silla de ruedas tanto en espacios interiores como exteriores. Las principales medidas a tener en cuenta son relativas a movilidad y dimensionamiento (anchos de pasillos y puertas, aproximación a bancadas en baños y cocinas, transferencias…), y, aunque son las más importantes, hay muchos aspectos que no se tienen prácticamente en cuenta en ese diseño accesible.
 La principal consecuencia de tener una lesión medular es la imposibilidad de andar ni mantener el equilibrio de pie, en la mayoría de los casos, lo que te hace recurrir a una silla de ruedas. Pero también puedes perder fuerza en ciertas partes de tu cuerpo en los que desarrollas en menor medida la musculatura, por lo que se tiene más dificultad en realizar las ABVD (Actividades Básicas de la Vida Diaria), como puede ser abrir puertas, levantarse de la cama, hacer una transferencia, coger un objeto de un armario, salvar un pequeño desnivel o inclinación… Reparar en estos detalles hará más fácil la vida a estas personas, por lo que recomendamos encarecidamente conocer bien no sólo la discapacidad, sino las posibilidades de movilidad e interacción con el entorno de la persona en concreto.

  Vía http://adaptohabitatblog.wordpress.com

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