05/07/2010 LA OPINIÓN / TENERIFE
Agotadas y doloridas, pero muy felices. Así se sentían ayer las 22 personas que ayudaron a Elena Martínez a coronar el Teide, el pico más alto de España. Elena, de 34 años, tiene una discapacidad física que le obliga a moverse en silla de ruedas. Tras algunos días de entrenamiento con la Asociación Montaña para todos, este fin de semana superó el reto.
La aventura comenzó a la 13:36 horas del sábado, cuando la expedición inició el ascenso desde la base del volcán hasta el refugio de Altavista, a 3.260 metros de altitud. A Elena la acompañaban tres voluntarios de la Cruz Roja especialistas en rescate de montaña y varios integrantes de la asociación, que se fueron turnando para empujar la silla adaptada de una sola rueda denominada joëlette.
José Manuel Guerra, miembro de Montaña para todos, describió este primer tramo como "duro, intenso y con un enorme desnivel". Tirar de la silla requiere fortaleza y por este motivo los relevos eran continuos. "No había un tiempo límite, sino que cada uno pedía el cambio en función de sus necesidades, pero nunca esperábamos a estar al límite de nuestras fuerzas", explicó. Al menos, el tiempo les acompañó; "aunque hacía un día soleado corría una brisa", informó José Manuel.
Tras cuatro horas y treinta minutos llegaron al refugio, donde pasaron la noche. Una vez descansados y desayunados, ayer a las siete de la mañana reanudaron la excursión. Pasaron por el Mirador de la Rambleta y llegaron a la base de teleférico. Todo en tres horas. Dedicaron un tiempo a recuperar energía y desde allí comenzaron la ascensión final hasta el cráter, algo que les llevó una hora y media más.
A las 12:52 horas coronaron el volcán, a 3.718 metros sobre el nivel del mar.
"Nos quedamos un rato celebrándolo, haciéndonos fotos..." relató José Manuel, que aseguró que Elena, por su parte, estaba mucho más ilusionada que ellos. "También acabó molida de tanto vaivén, baches, obstáculos que sortear..." La experiencia mereció la pena. "Fue tremendo, espectacular", indicó este voluntario.
El presidente de la Asociación Montaña para Todos , Juan Antonio Rodríguez Lorenzo, aclaró que esta expedición tenía como objetivo llamar la atención de aquellas personas que padecen movilidad reducida pero que están deseosas de realizar actividades en la naturaleza. La asociación, sin ánimo de lucro, pone a disposición voluntarios que ayudan a esas personas a hacer senderismo por la isla.
"Salimos entre dos y cuatro personas por silla", informó Rodríguez Lorenzo, que aprovechó para animar a las personas con alguna discapacidad a salir de casa y disfrutar de una jornada en la naturaleza entre amigos. El presidente de Montaña para Todos resaltó además la ventaja que supone para la gente con problemas de movibilidad el no tener que depender de la familia para poder hacer excursiones siempre que le apetezca. "Queremos demostrar que querer el poder", finalizó Rodríguez Lorenzo.
No hay comentarios :
Publicar un comentario